Cada vez más ciudades en Europa han descubierto a los entusiastas de la bicicleta como un valioso grupo objetivo, además del turismo de masas en Ámsterdam, Berlín o Brujas.
Leipzig superó todas las expectativas en mi primera visita, poco después del Año Nuevo. En mi memoria, era una ciudad industrial gris durante la RDA, donde el lignito creaba una atmósfera opresiva.